Para un epitafio
De la hierba a la ceniza
del breve jardín alemán
un viento de invierno
acaso lejano
unas simples palabras:
apenas vivo, muerto entre libros
y poemas que no salvan
aquí yace y tan lejos queda
la sombra de la Amada
luego los mismos pasos
que se alejan por la senda
de grava tan callando
y sucede otra vez la ronda de los gatos
silenciosos y aun después
un velo de nubes más oscuras
en el cielo de toda intemperie
Alejandro Drewes
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