Bedaziluá lii

Bedaziluá lii
Me acordé de ti, te recordé

lunes, 18 de febrero de 2013

EL PEZ





Me hundí en tu ombligo y fue como irse hundiendo en un pozo de agua dulce. Detrás quedaron cicatrices comunes cerradas por el viento y la sed. Fui despejando con mi lengua las pieles de tu piel hasta encontrarte. Al fondo unos peces dibujaban un movimiento lento y rojo. Fluían en tu sangre que se transparentaba en un movimiento vertical, hacia tu vientre. Mis manos cargaban tus caderas y sostenían el cuenco donde yo nadaba por la superficie besando cada pequeño lunar de tu vientre, cada vestigio de sombra hasta proseguir en el exacto inicio de tu sexo, donde mi lengua buscaba abrigo en esa ola cálida de tus labios cerrándose y adoptando ese garabateo húmedo y tibio sobre el pez de mi lengua que probaba tu acidez, internándose por la transparencia de tu sangre. Nadando paralelamente desde el fragor de leche de tus pechos hasta el ultimo nervio de tu ingle. Abrazado a ti, fundido en el fuego de tus edades, viaje al universo de tu insomnio y cada rizo tuyo aprendió mi nombre y me deletreo. Tu sabor de uva madura corría por mi lengua y mis sentidos. Supe entonces que estas hecha de cristal y de espejos de agua mecida en sombra.

Gab Martínez