Bedaziluá lii

Bedaziluá lii
Me acordé de ti, te recordé

martes, 14 de mayo de 2013

Alfil



i
Por el frente hundido el alfil de sol.
Humedecido entre la luna oculta
bogando en la sangre de dos uvas.
Bebiendo del aroma de articulaciones
perdidas en vibrato, genuflexas.

 ii
Urdiendo su entrada y salida momentánea
del fuego en que las almas untadas,
una a una, dos a dos. Una moviéndose en tres:
alma, sangre y cuerpo, se condensan se unen,
trascienden.

 iii
Muerden el cuerpo de barro
saliva, semillas desperdigadas.
Lamiendo, bebiendo sedientas,
cerrándose y abriéndose
la herida oculta.

iv
Fisura delirante avasallando
cada pozo urgido de caricias.

v
Velamen; asta bandera que llega,
cada vez mas lejos.

vi
Impetuoso corcel corriendo por el mar.
Latiendo en olas,
presintiendo la nube blanca,
jirones de luz; bahías.

vii
Desparramándose el nido de aves,
donde gaviotas vuelan
y la espuma diamante
se derrama en;
sílabas de miel:
gota, abejas.

Gab Martínez



--------------------- Image: Tomas Ruker

lunes, 18 de febrero de 2013

EL PEZ





Me hundí en tu ombligo y fue como irse hundiendo en un pozo de agua dulce. Detrás quedaron cicatrices comunes cerradas por el viento y la sed. Fui despejando con mi lengua las pieles de tu piel hasta encontrarte. Al fondo unos peces dibujaban un movimiento lento y rojo. Fluían en tu sangre que se transparentaba en un movimiento vertical, hacia tu vientre. Mis manos cargaban tus caderas y sostenían el cuenco donde yo nadaba por la superficie besando cada pequeño lunar de tu vientre, cada vestigio de sombra hasta proseguir en el exacto inicio de tu sexo, donde mi lengua buscaba abrigo en esa ola cálida de tus labios cerrándose y adoptando ese garabateo húmedo y tibio sobre el pez de mi lengua que probaba tu acidez, internándose por la transparencia de tu sangre. Nadando paralelamente desde el fragor de leche de tus pechos hasta el ultimo nervio de tu ingle. Abrazado a ti, fundido en el fuego de tus edades, viaje al universo de tu insomnio y cada rizo tuyo aprendió mi nombre y me deletreo. Tu sabor de uva madura corría por mi lengua y mis sentidos. Supe entonces que estas hecha de cristal y de espejos de agua mecida en sombra.

Gab Martínez

lunes, 28 de enero de 2013

El cuello




"El cuello y su voz;
el eco de su voz en una lengua,
que despierta pájaros y nubes,
pezones en donde amanece la luz,
y el compás irregular de un tacto
que hace tiempo vive en tu espalda.
Caída libre; por la curvatura de sus nalgas.
Un cuerpo que, se va haciendo río, labios y fuego.
Un sabor cunde río adentro:
humedales y flores nacen en el centro del mundo.
Tu vientre: un huerto de labios y miel,
lluvia de primavera en una piel,
que de tan desnuda
no deja saber que amanece,
en el sueño de dos cuerpos
que en su unidad plural se eternizan."

G. Martínez